Basado en Draelos (2021)
por Daniela Martinelli Marín
Resumen
Hoy en día, estamos expuestos a muchos agentes que influyen drásticamente en la salud de nuestra piel. Como consecuencia a la radiación ultravioleta, la polución digital, la contaminación ambiental, entre otros, se ha exacerbado el fotoenvejecimiento y el desarrollo de diversas patologías cutáneas en la población mundial. Por tal razón, se han propuesto diferentes alternativas para el cuidado de la piel, en las que se destaca la denominada “Pirámide de la salud y belleza de la piel”, creada por la doctora Zoe Diana Draelos. Dicho concepto, se basa en la formulación de tres componentes básicos: protección, renovación y regeneración, que en conjunto promueven el desarrollo y mantenimiento de una piel saludable y bella.
En la actualidad, estudios científicos han demostrado que el ADN de la piel se ve afectado no solo por la radiación ultravioleta (UVA o UVB), sino a su vez por otros múltiples factores como la radiación infrarroja, la luz visible, la polución ambiental y digital (luz azul), el consumo de tabaco, ritmos circadianos anormales y alteraciones al microbiota natural del cuerpo. Por tal razón, la reconocida doctora Zoe Diana Draelos desarrollo un concepto llamado “la pirámide de la salud y belleza de la piel”, el cual esboza los principales componentes que debe tener una rutina de la piel, para tener un cutis protegido, sano y bello.
En la base de la pirámide se encuentra la protección de la piel, por medio de protectores solares. Sin embargo, hoy en día se necesita mas que protección contra los rayos UVA o UVB; es por esto que los filtros solares deben proveerse de nuevas formulas e ingredientes que ayuden a combatir las nuevas amenazas a las cuales se enfrenta nuestra piel.
En el caso de la luz visible, esta representa el 40% - 45% de la radiación electromagnética que recibimos. Se caracteriza por inducir la formación de especies reactivas de oxigeno (ROS) (ligadas al fotoenvejecimiento) y generar hiperpigmentación, principalmente en pieles IV-VI según la escala de Fitzpatrick. Con base en lo anterior, lo que se propone es emplear un protector solar inorgánico, que contenga filtros opacos (oxido de zinc o dióxido de titanio) capaces de reflejar y dispersar la luz visible. Esta función, también se ha reportado en el extracto derivado de un helecho americano, conocido como Calaguala (Polypodium leucotomos). Al ser un potente antioxidante, provee amplios beneficios para la piel, lo que ha conllevado a que su uso sea cada vez mas frecuente en la industria cosmética (Mohammad et al. 2019; Pourang et al. 2021).
Así mismo, existen otras alternativas que pueden minimizar el efecto de los radicales libres en la piel, limpiando y reduciendo el daño. Entre las opciones más populares, se encuentra el retinol, el ácido ascórbico, alfa-tocoferol y los polifenoles derivados del té verde. Al igual que el uso de la nicotinamida, la cual previene el agotamiento energético a nivel celular (ATP) y repara el ADN; o la implementación de enzimas reparadoras de ADN, de origen vegetal o bacteriano, tales como las endonucleasas, glicosilasas y/o fotoliasas.
En cuanto a la radiación infrarroja, específicamente los rayos infrarrojos A (IRA), constituyen un tercio de la radiación electromagnética. Al penetrar la piel, estos rayos aumentan la temperatura y promueven la producción de especies reactivas de oxígenomitocondriales que, a su vez, destruyen el colágeno y producen arrugas profundas y gruesas. Hasta el momento no hay un ingrediente activo específico que bloquee la radiación infrarroja; no obstante, se han propuesto diferentes mezclas de antioxidantes con efectos promisorios. Como ejemplo, Grether y colaboradores (2015) reportaron la combinación de un protector solar (SPF30) con extracto de semilla de uva, vitamina E, ubiquinona y vitamina C que protege a la piel de la activación de las metaloproteasas de matriz-1 (MMP-1) inducidas por IRA. Así mismo, el laboratorio español Bicosome, lanzo su complejo Bicotene® compuesto por moléculas de pro-retinol que prometen restablecer el balance oxidativo de la piel y evitar la degradación del colágeno (BICOSOME, 2021).

Por otro lado, existe la luz azul, también conocida como polución digital, la cual genera un daño en la piel, afectando la cadena respiratoria mitocondrial. Una solución posible para dicho agente dañino es la implementación de pantallas fotoestables con adición de antioxidantes y agentes anti polución. Por lo tanto, para minimizar el impacto de estos contaminantes ambientales, se recomienda emplear protector solar, hidratante y/o base que eviten el contacto directo de las nanopartículas con la piel. Incluso, se han reportado efectos protectores provenientes de algunas plantas, como el pasto antártico (Deschampsia antarctica), al inhibir la formación de MMPs, prevenir el daño celular y la translocación del AhR al núcleo de las células (Zamarrón et al. 2019).
Por ultimo, se ha detectado que la radiación UV puede generar una alteración a nivel del microbiota de la piel, lo que a su vez induce el desarrollo de diversas patologías cutáneas (Byrd et al. 2018). Aunque todavía se requiere de mayor investigación en el campo, actualmente laboratorios a nivel mundial han empezado a implementar prebióticos (alimentos con alto contenido de fibra que actúan como nutrientes para la microbiota humana), probióticos (bacterias vivas atenuadas, lisado o fragmentos que tenga su misma función) y postbióticos (componentes activos producidos por bacterias) en sus formulaciones para el cuidado y protección de la piel.
Con relación a la zona media de la pirámide, esta se constituye principalmente por la hidratación, humectación y exfoliación, funciones vitales en el cuidado diario de la piel. La base de la hidratación consiste en disminuir la perdida de agua transepidermal y restituir los lípidos epidermales fundamentales para mantener la barrera cutánea. En condiciones donde la humedad ambiental es menor a 40%, la hidratación debe ir acompañada de la humectación. Los humectantes mantienen el equilibrio hídrico y el agua ligada para mantener la elasticidad y la flexibilidad. Algunos de ellos son el ácido hialurónico, la urea, el lactato de sodio, el sorbitol, la glicerina, la miel, el PCA sódico.
Así mismo, el proceso de descamación de la piel es de suma importancia, ya que permite conservar el grosor adecuado del estrato corneo (capa mas externa de la epidermis) (Egelrud, 2000; Milstone, 2004). No obstante, en muchas ocasiones, la piel no provee un ambiente adecuado en cuanto a humedad, para que las enzimas que inducen la descamación natural de la piel actúen por si solas. Es por esto, que agentes exfoliantes deben ser adicionados, tales como los alfahidroxiácidos (AHAs): ácido glicólico, láctico o málico. También es habitual, el uso del ácido salicílico, pero dado a sus propiedades lipofílicas, se ha evidenciado una alta eficacia exfoliante principalmente en áreas faciales con abundancia de sebo. Es importante resaltar, que un exceso de exfoliación puede dañar la piel, por lo que balancear esta práctica con una adecuada hidratación es vital para una piel saludable.
Por ultimo, en la punta de la pirámide se encuentra la sección de activación y regeneración, que se da a través de la aplicación cutánea de diferentes componentes y/o el cambio de hábitos. En primer lugar, se encuentran los péptidos, que son moléculas de aminoácidos, que constituyen las unidades estructurales de las proteínas. Estos son empleados en productos cosméticos, ya que tienen diversas propiedades bioactivas, específicamente en relación al antienvejecimiento de la piel (Schagen, 2017; Ferrerira et al. 2020). Factores de crecimiento y citoquinas, o sus biosimilares, están siendo utilizados como agentes con propiedades regenerativas. Los más estudiadas a nivel tópico son el factor de crecimiento transformante beta-1 (TGF-b1), epidérmico (EGF), derivado de plaquetas (PDGF) y fibroblástico que inducen la migración queratinocítica, proliferación epidérmica, activación de macrófagos - producción de matriz y proliferación de fibroblastos respectivamente.
Adicionalmente están los micronutrientes esenciales, derivados de células madre, que han demostrado tener propiedades regenerativas, antioxidantes y calmantes (Trehan et al. 2017; Miastkowska & Sikora, 2018; Taub & Pham, 2018; Jo et al. 2021). Como ejemplo, se encuentra el activo patentado PhytoCellTec™, el cual es una preparación liposomal a base de diferentes células madre vegetales, (Mibelle Biochemistry; 2018). Al igual que el activo Resistem®, derivado de cultivos celulares vegetales que ayudan a la piel a disminuir el nivel de agentes pro-envejecimiento y las microinflamaciones inducidas por toxinas (CRODA, 2022).
Así mismo, se conoce que la mayoría de actividad de reparación del ADN, producción de proteínas y división celular aumenta en la noche (Matsui et al. 2016; Dong et al. 2020). Dicho esto, muchos laboratorios han optado por desarrollar productos diferentes para el día y para la noche, con base a las fluctuaciones circadianas de la piel, lo que implica la adición de ingredientes que estimulen las propiedades regenerativas de la piel en la noche.
En conclusión, las amenazas a las cuales se ve expuesta nuestra piel hoy en día, son mayores a las que se conocían un tiempo atrás. Es por esto, que es de suma importancia desarrollar e implementar una rutina no solo de protección cutánea, sino de renovación y al mismo de tiempo de activación y regeneración celular. Con tan solo tres pasos, es viable desarrollar y mantener una piel sana, bella y luminosa.
Referencias
Bicomose. (2022, Febrero 15). Bicotene. Byrd, A. L., Belkaid, Y., & Segre, J. A. (2018). The human skin microbiome. Nature Reviews Microbiology, 16(3), 143-155.
CRODA. (2022). Resistem®. Recuperado de crodapersonalcare.com
Draelos, D. Z. (2021). Revisiting the Skin Health and Beauty Pyramid: A Clinically Based Guide to Selecting Topical Skincare Products. Journal of Drugs in Dermatology, 20 (6), 1-5. doi: 10.36849/JDD.5883
Dong, K., Goyarts, E., Rella, A., Pelle, E., Wong, Y. H., & Pernodet, N. (2020). Age Associated Decrease of MT-1 Melatonin Receptor in Human Dermal Skin Fibroblasts Impairs Protection Against UV-Induced DNA Damage. International journal of molecular sciences, 21(1), 326. doi.org
Egelrud,T. (2000). Desquamation in the stratum corneum. Acta Dermato- Venereologica, (208), 1-2.
Ferreira, M. S., Magalhães, M. C., Sousa-Lobo, J. M., & Almeida, I. F. (2020). Trending anti-aging peptides. Cosmetics, 7(4), 91.
Grether‐Beck, S., Marini, A., Jaenicke, T., & Krutmann, J. (2015). Effective photoprotection of human skin against infrared A radiation by topically applied antioxidants: results from a vehicle controlled, double‐blind, randomized study. Photochemistry and photobiology, 91(1), 248-250.
Jo, H., Brito, S., Kwak, B. M., Park, S., Lee, M. G., & Bin, B. H. (2021). Applications of mesenchymal stem cells in skin regeneration and rejuvenation. International Journal of Molecular Sciences, 22(5), 2410.
Lyons, A. B., Moy, L., Moy, R., & Tung, R. (2019). Circadian Rhythm and the Skin: A Review of the Literature. The Journal of clinical and aesthetic dermatology, 12(9), 42–45.
Matsui, M. S., Pelle, E., Dong, K., & Pernodet, N. (2016). Biological Rhythms in the Skin. International journal of molecular sciences, 17(6), 801. doi.org
Miastkowska, M., & Sikora, E. (2018). Anti-aging properties of plant stem cell extracts. Cosmetics, 5(4), 55.
Mibelle Biochemistry. (2018). PhytoCellTec™ Malus Domestica Plant stem cells for skin stem cell protection. Recuperado de volp.com.br
Milstone, L. M. (2004). Epidermal desquamation. Journal of dermatological science, 36(3), 131-140.
Mohammad TF, Kohli I, Nicholson CL, Treyger G, Chaowattanapanit S, Nahhas AF, Braunberger TL, Lim HW, Hamzavi IH. Oral Polypodium Leucotomos Extract and Its Impact on Visible Light-Induced Pigmentation in Human Subjects. J Drugs Dermatol. 2019 Dec 1;18(12):1198-1203. PMID: 31859468.
Pourang, A., Dourra, M., Ezekwe, N., Kohli, I., Hamzavi, I., & Lim, H. W. (2021). The potential effect of Polypodium leucotomos extract on ultraviolet-and visible light-induced photoaging. Photochemical & Photobiological Sciences, 20(9), 1229-1238.
Schagen, S. K. (2017). Topical peptide treatments with effective anti-aging results. Cosmetics, 4(2), 16.
Taub, A. F., & Pham, K. (2018). Stem cells in dermatology and anti-aging care of the skin. Facial Plastic Surgery Clinics, 26(4), 425-437.
Trehan, S., Michniak-Kohn, B., & Beri, K. (2017). Plant stem cells in cosmetics: current trends and future directions. Future science OA, 3(4), FSO226. doi.org
Zamarrón, A., Morel, E., Lucena, S. R., Mataix, M., Pérez-Davó, A., Parrado, C., & González, S. (2019). Extract of Deschampsia antarctica (EDA) prevents dermal cell damage induced by UV radiation and 2, 3, 7, 8-tetrachlorodibenzo-p-dioxin. International journal of molecular sciences, 20(6), 1356.